La cerámica maya consiste en una de las alfarerías de más calidad e importancia estética que se puede encontrar en la América Precolombina.
Su valor no está en sus figuras, las cuales suelen ser muy simples: vasos cilíndricos, tazones y platos semiesféricos; sino en su fina decoración pintada sobre la superficie.
Los estudios han determinado que los artistas mayas eran propios de la élite, era este sector el que sabía escribir. En algunos modelos, más que pautas decorativas, las imágenes creadas parecen pequeños murales, los cuales difunden un tesoro de información sobre las creencias y la vida común en los reinos mayas.
La técnica empleada para su decoración se denomina como terra sigillata, la cual es una alternativa de la aplicación de engobe. En un envase de decantación se coloca la pasta de arcilla a la que se le añade una cuantiosa cantidad de agua. Esto genera que las partículas de arcillas se dividan.
El estudio de la cerámica maya
El análisis de la cerámica de los mayas ha sido muy importante para comprender la cultura prehispánica maya, debido a que el arte engloba una diversidad características artísticas:
- La composición,
- El trazo,
- Estilo,
- Leyendas escritas en jeroglíficos,
- Temas variados,
- Pigmentos,
- Entre otros.
Asimismo, la cerámica deja una gran cantidad de jeroglifos que permite a las nuevas generaciones entender la historia de los artesanos, dioses, mujeres, reyes y hombres.
Una de las importantes cualidades de la cerámica de la época Clásica fue la unión de la escritura con la imagen y la representación de imágenes de dirigentes y ciudades en esos textos. Con esto se hizo posible un análisis comparativo entre imagen y texto, la propuesta iconográfica del arte de Erwin Panofsky sería una manera de estudiar esta capacidad manual y artística de esta civilización.
El análisis de la epigrafía maya comienza desde el siglo XIX, con Charles Étienne Brasseur de Bourbourg, quien difundió el manuscrito en una edición bilingüe que se denominó Relation des coses de Yucatán de Diego de Landa. A raíz de esto, el interés por interpretar los jeroglíficos mayas se incrementaron, debido a que Landa definió lo que él pensaba que eran los caracteres alfabéticos de este pueblo.
Usos
Este tipo de cerámica era empleada en utensilios de mesa, dinero y en las ofrendas que se hacían a los muertos.
Las ollas hechas de arcilla también eran realizadas para cocinar y guardar agua y comida. Éstas eran fabricadas sobre todo para el uso doméstico y no para los actos ceremoniales y los propósitos decorativos.
Jeroglíficos en algunas piezas de alfarería dan a conocer una mitología muy desarrollada, como los nombres de quien lo fabricó y el patrón.
Los artistas de esta civilización firmaban sus obras, consecuentemente, lo que realizaban no era de una cultura o zona, era personal. Se utilizaron moldes para hacer las cerámicas, así como los bloques activos de material para darle forma. Los mayas también se adelantaron en la creación de estatuillas de arcilla que tenían todas las modificaciones del cuerpo haciéndolas mucho más realistas, como por ejemplo las frentes largas de la élite.
Colores y formas
Los tonos de la cerámica maya eran fabricados con diversas cantidades de óxido de hierro como el negro y rojo y a partir de esos colores se creaban otros.
Existió una clase de cerámica conocida como Pabellón Moldeado, fabricado en la localidad de Petén; la realizaban de pasta fina naranja y con motivos extranjeros y mayas. Algunos estudiosos piensan que a partir de aquí comenzó el colapso de esta civilización.
Los tonos que más se usaban procedían del añil, de una planta conocida como tiquilete, caracol morado y de la corteza del árbol de higo.
En tanto que el color negro, el cual era utilizado para delinear, se producía del carbón negro del hollín. En las obras de los mayas también se empleaban un pigmento que llama azul maya, era un azul muy parecido al turquesa.