Se le llama entrevista al diálogo realizado entre dos o más individuos en el cual el entrevistador hace las preguntas y el entrevistado las contestas. Es una técnica usada para distintos motivos los cuales pueden ser selección de personal, medicina o investigación.
Una entrevista no se define como casual. Esta es un diálogo interesado que tiene un previo acuerdo junto a expectativas e intereses por parte del entrevistado y su entrevistador. Por lo tanto se entiende que estos diálogos pueden ser entre dos o más personas.
La entrevista también puede ser de gran interés para otros individuos debido a que se utiliza para conocer información de figuras importantes y que tienen prestigio social. De todas las conversaciones privadas, la más pública es la entrevista.
Indice
Pasos para hacer una entrevista
Investigación
La investigación previa es la base de la entrevista, puede ser sobre una persona o sobre un tema.
El entrevistador debe investigar e informarse de la mejor manera posible leyendo artículos y otras entrevistas que tengan relación con la persona o el tema.
Esta preparación ayuda a crear el cuestionario, a tocar temas o aspectos que otro entrevistador no hizo, formular las preguntas adecuadas y conducir el proceso con gran seguridad.
Definir el objetivo
Se debe especificar el objetivo de la entrevista. Hay diferentes tipos de entrevistas y cada una tiene una finalidad en concreto. Puede ser sobre una investigación para obtener datos de un tema, de una personalidad o de la forma de ser de una celebridad.
Hay otros tipos también. Tomando en cuenta el propósito de la entrevista, se sabrá que clase de preguntas se formularán y cual será el contexto e hilo de la conversación en la misma.
Preparación de los temas
Al preparar el tema se hace una lista de preguntas, teniendo siempre presente cuales son los puntos que no deben olvidarse al hacer la entrevista. A causa de los nervios que se puedan presentar en el desarrollo de la misma, es posible olvidar algunos detalles importantes, por lo tanto es correcto preparar los temas y anotarlos en una libreta.
Esta puede llevarse consigo a la entrevista para tener mayor seguridad, aunque no es correcto estar pendiente a las anotaciones durante todo el tiempo debido a que esto puede causar distracción.
Observar atentamente
El entrevistador debe estar pendiente a lo que dice el entrevistado y también a su lenguaje no verbal.
Es decir sus movimientos, gestos, sonrisa, espacio personal, rigidez, cadencia, tono de voz y cualquier otro detalle que los lectores de la entrevista no podrán percibir por las respuestas dadas. Estos aspectos se pueden anotar en una libreta.
Conocer al entrevistado
Es de suma importancia conocer la forma de ser del entrevistado debido a que esto ayudará a elegir las preguntas correctas.
En caso de que el entrevistado sea persona de poco hablar, no es recomendable hacer preguntas monosilábicas sino que es mejor optar por las preguntas abiertas que obliguen a la persona a ofrecer más detalles. Por el contrario, si el entrevistado es alguien de mucho hablar, entonces las preguntas deben ser concretas. En ambos casos se le debe permitir su libre expresión.
Hacer lista de preguntas
Similar a la preparación de los temas, es adecuado tener una lista de preguntas teniendo en cuenta que no siempre se utilizarán en su totalidad. La mejor receta que funcione en una entrevista es prestar atención al diálogo.
Con esta fórmula se evitará preguntar algo que el entrevistado ha contestado previamente y también permitirá realizar preguntas nuevas partiendo de la conversación actual.
La lista de preguntas es útil cuando existen momentos en blanco, si el entrevistado es difícil, poco conversador o cuando se olvida algo que se necesita investigar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que lo primordial es prestar atención a la conversación. Cuando se están realizando las preguntas, se debe tener presente no hacer más de una a la vez porque esto puede crear confusión en el entrevistado y que este sólo conteste una parte.
