El ladrillo blanco es una declinación del adobe de arcilla cocido a elevadas temperaturas cuyo color se obtiene naturalmente desde la composición inicial con diferentes pastas, sin necesidad de añadir ningún tipo de colorante artificial. Está presente en el esqueleto de prácticamente todas las viviendas actuales y edificios contemporáneos.
Gracias a una composición de varias arcillas, cocidas a altas temperaturas, se obtiene un ladrillo blanco cerámico con una textura singular y una baja absorción de agua, menor del 6%, que junto a su alta gresificación facilita la limpieza en obra y le proporciona una excelente durabilidad y un buen envejecimiento. Los ladrillos en blanco son fabricados teniendo en cuenta sus futuras aplicaciones en revestimientos que quedan a la vista.
Hasta hace muy tiempo el ladrillo se consideraba solo como un elemento estructural, pero no decorativo. Sin embargo, con la aparición de un estilo de vida urbano e industrial, en el que surgen nuevos espacios como los lofts, que reconvierten naves industriales adaptándolas a viviendas, este material de construcción se convirtió en una tendencia, y el uso del ladrillo blanco se ha extendido también a oficinas y edificios públicos.
Indice
Ladrillo blanco frente al ladrillo tradicional
Frente el ladrillo tradicional, el ladrillo blanco ofrece muchas más opciones decorativas, ya que los espacios que se pueden crear con este material son mucho más limpios y luminosos, y construyen a su vez una atmósfera mucho más elegante.
Cualquier objeto como cuadros, plantas, lámparas, o cualquier elemento del mobiliario como mesas, aparadores o sofás, contrasta mucho más con un fondo blanco, cobrando también mayor protagonismo. El ladrillo es considerado uno de los materiales de construcción por excelencia.
Espacios en que usualmente se decora con ladrillo blanco
En el baño
Aunque es un material que no cuenta con demasiados adeptos y su irregularidad hace que la limpieza sea más minuciosa, especialmente en espacios húmedos, como los cuartos de baño, en los que es frecuente la aparición de hongos y moho, actualmente su uso en estos espacios es muy demandado, especialmente en espacios urbanos e industriales.
En arcos y paredes
En este tipo de espacio, el ladrillo blanco da sensación de pureza, limpieza y sencillez, por esta razón son muy utilizados. Al revestir las pareces con este material de construcción sólo se necesita combinar adecuadamente los materiales para el resto de la decoración. Los expertos recomiendan la utilización de madera como uno de las mejores opciones.
En el salón
En el salón, el ladrillo blanco hace que resalten mucho más el resto de elementos decorativos. Por ejemplo, si en una pared frontal se presenta el ladrillo blanco a la vista, mientras que el resto de superficies son lisas y pintadas en blanco, el ladrillo blanco entonces se convierte en un elemento decorativo por sí mismo, de la misma forma en que lo podría ser un objeto en el espacio, como por ejemplo una pintura decorativa en arena o estuco, y de esta manera no son necesarios cuadros o tapices porque la propia textura del ladrillo ya genera un efecto con personalidad propia.
En el dormitorio
El ladrillo blanco es muy utilizado también en los dormitorios, ya que la aparente frialdad del ladrillo se equilibra con iluminación agradable, con un cabecero de madera y con una ropa de cama en tonos cálidos. Esto logra generar un ambiente agradable en el espacio.
En zonas de tránsito
El ladrillo blanco puede ser una buena solución para revestir escaleras de acceso. La naturaleza descubierta y desnuda del ladrillo puede anticipar la estética de un garaje reconvertido a bodega, de una sala de exposiciones o cualquier otro ambiente, sin perder este la esencia de espacio subterráneo.
