Hay dos clases de células que son fundamentales: las eucariotas y las procariotas. Cada uno de los seres vivos se encuentran compuestos por unidades bastante pequeñas, casi siempre invisibles a simple vista, a esto se le llama célula. La célula fue descubierta en 1665 y el significado de su nombre es celda pequeña.
La célula también se considera la unidad funcional y morfológica de cada persona, es el elemento más pequeño que tiene vida. Cada célula es un sistema abierto que permite el intercambio de energía y materia con su ambiente. En el interior de la célula se desarrollan cada una de las funciones vitales, es decir que solamente se necesita una de ellas para que haya vida; en este caso se trataría de un ser vivo unicelular.
La célula es una parte limitada de protoplasma. Esta es una sustancia compuesta por un 5% de sustancias inorgánicas, un 20% le pertenece a los compuestos orgánicos y el 75% restante es de agua. Las partes en las que se encuentra dividida el protoplasma poseen funciones cuya coordinación es tan grande que permiten que la célula tenga un grado alto de especialización funcional, sin importar la clase de tejido del cual forman parte.
Células Procariotas
La célula procariota es aquella que no tiene un núcleo celular definido, esto quiere decir que su material genético se encuentra dispersado en todo el citoplasma. Las células procariotas son las más pequeñas y simples en el sentido estructural.
Como sucede en toda célula, las procariotas se encuentran delimitadas a través de una membrana plasmática compuesta por pliegues hacia la parte interior, a esto se le llama invaginaciones. Algunos de estos pliegues se llaman laminillas, mientras que otro se conoce por el nombre de mesosoma y se encuentra conectado a la división de la célula.
La parte exterior de la membrana de la célula procariota se encuentra rodeada por una pared celular que sirve de protección. A la parte interna de la célula se le llama citoplasma. En el centro se puede encontrar una parte mucho más densa conocida por el nombre de nucleoide, en esta región se localiza el ADN o material genético. Esto quiere decir que el ADN no se divide del resto del citoplasma y está conectado al mesosoma.
Células Eucariotas
Las células eucariotas son aquellas que poseen un núcleo definido gracias a la membrana nuclear que se compone del material hereditario. Este tipo de células se caracterizan por tener un modelo de organización de mayor complejidad que las procariotas.
Son mucho más grandes y en el citoplasma se puede encontrar una agrupación de estructuras celulares que sirven para diversas funciones y reciben el nombre de organelas celulares. Las células eucariotas se subdividen a su vez en dos tipos de células, las cuales son células vegetales y células animales. Estas se encuentran compuestas de distintas estructuras:
Membrana plasmática
La membrana plasmática es el límite exterior de la célula, sirve para tener control del paso de cada uno de los compuestos y de las sustancias que entran y salen de la célula. La membrana plasmática está compuesta por una capa doble de fosfolípidos que se encuentra interrumpida por proteínas que se hayan incrustadas a la misma.
Núcleo celular
En el núcleo está el material genético de las células, llamado también ADN. En esta parte se controlan cada una de las funciones celulares. Se encuentra separado del citoplasma a través de una membrana nuclear doble. Se interrumpe por poros nucleares u orificios que posibilitan el intercambio de moléculas entre el interior nuclear y el citoplasma. Una parte interna del núcleo que sobresale sobre el resto es el nucleolo.
Citoplasma
Esta es la zona del protoplasma que se localiza entre las membranas plasmática y nuclear. Es un medio coloidal de apariencia viscosa en el cual están suspendidas diferentes organoides y estructuras. El citoplasma está compuesto de: complejo de Golgi, retículo endoplasmático, mitocondrias, lisosomas, vacuolas, cloroplastos, citoesqueleto, ribosomas, pared celular y centriolos.
