El término «mito» proviene del griego mythos, que significa ‘palabra, historia’. En el lenguaje cotidiano la palabra «mito» se refiere a algo fabuloso o fuera de serie, que se amplifica de alguna manera y se aleja de lo real: se piensa en expresiones tales como ‘el mito de los Beatles’, ‘el mito de progreso ‘, entre otros.
En su significado primario, este término se refiere, en cambio, al poder sagrado de la palabra (que dice, comunica, narra y crea mundos), y en los mismos orígenes de la humanidad.
Tan pronto como los hombres comenzaron a comunicarse entre sí, trataron de usar la palabra para contar y proporcionar, a través de la historia, explicaciones y enseñanzas relacionadas con su mundo y sus experiencias, elaboradas en forma de mitos.
Las narrativas míticas tratan de explicar el porqué de las cosas (por ejemplo, los fenómenos naturales, la vida y la muerte, sentimientos…), en muchos casos, entrelazados con la religión.
Indice
¿Cuáles son las características del mito?
El mito es una historia.
Primero que nada, el mito es una historia. Como tal, la historia de los hombres de la antigüedad quienes trataron de comprender y explicar los hechos concernientes a la génesis de un pueblo en particular.
Otra característica importante del mito es que representa una respuesta a las grandes preguntas de la humanidad.
El hombre, siempre ocupado en comprender el origen de todos los fenómenos que lo rodean, se basó en el mito, como si estuviera frente a una especie de vocabulario primordial, capaz de explicar hechos y eventos.
Sus protagonistas.
Personajes divinos, religiosos, guerreros, héroes, princesas y reinas, ferias, dragones y animales feroces poblaron los mitos para convertirse, de hecho, en protagonistas. Y fueron precisamente estos los que, a través de su comportamiento, proporcionaron a la comunidad los elementos sobre los que basar las normas, los preceptos y las prohibiciones.
Su oralidad.
Otra característica del mito es su oralidad. El mito no es algo escrito, sino que se transmite a través de la palabra. Una narración mitológica.
Quien alimenta el mito, a través de las diversas eras, puede enriquecerlo con noticias, sensaciones, nuevas historias que, en cierto sentido, también pueden modificarlo.
Primero el mito explicaba el nacimiento del mundo y el origen del hombre.
Pero, también los orígenes de otros fenómenos (naturales o el nacimiento de planetas, estrellas, agua y otros seres vivos, como los animales).