A la hora de mejorar o modernizar un local o vivienda, hay diversas clases de reformas a considerar en función del tamaño de las obras a realizar y del objetivo a conseguir con las mismas. En este artículo vamos desentrañar los tipos de reformas más comunes, así como sus beneficios.
Indice
¿En qué consiste una reforma de vivienda?
Reformar una vivienda implica la realización de obras con el propósito de reemplazar, modificar o sustituir instalaciones, materiales, acabados, o cualquier otro componente de la misma, ya sea por razones estéticas o con objetivos funcionales, como cambiar bañera por ducha o instalar un nuevo sistema de alumbrado en el jardín, por ejemplo.
Clasificación de las reformas
Como primera aproximación, podríamos decir que las reformas se clasifican en función de su envergadura. En este sentido, las reformas de viviendas podrían quedar encuadradas en obras mayores y obras menores, de acuerdo al dimensionado de las obras a realizar.
Obras menores
Se trata de una clase de reforma que no requiere ningún tipo de permiso para su realización, a menos que se trate de un Bien de Interés Cultural. Esto se debe a que estas no afectan a los elementos estructurales de la vivienda, como pueden ser las vigas, el tejado o los tabiques.
Algunos ejemplos de obras menores incluyen: cambiar las puertas de la vivienda, instalar un cerramiento, reparar techos, paredes, suelos; o también realizar cambios en la calefacción, fontanería, electricidad, etc.
Obras mayores
Son aquellas reformas cuya realización implica un nivel técnico y constructivo más complejo. En consecuencia, este tipo de reformas requiere de permisos especiales que dependen de la magnitud del proyecto, la ciudad y comunidad donde se llevará a cabo.
En cuanto a los ejemplos de obras mayores, destacamos la reforma total o parcial de la vivienda a nivel estructural, ampliaciones y obras por cambio de cubierta.
Otros tipos de reformas
Otra manera de catalogar la tipología de una reforma es en función del objetivo perseguido con ella. Veamos a continuación algunas de las más comunes.
Decoración
Esta es una categoría de reformas orientada a mejorar la apariencia estética del diseño interior. No tiene que ver con modificar las instalaciones o alterar la estructura del edificio, sino con la incorporación de elementos decorativos como un nuevo sofá, una estantería, instalar persianas, etc.
Reformas integrales
Una reforma integral implica modificar completamente la apariencia de una vivienda o de cada una de sus habitaciones. La mayoría de las veces significa que se llevarán a cabo reformas menores y mayores, además de reformas de decoración y diseño.
Reformas estructurales
Como su propio nombre indica, estas reformas modifican los elementos estructurales de una construcción. Por lo tanto, solo deben realizarse por profesionales cualificados para ello.
Algunos ejemplos de reformas estructurales incluyen construir nuevas estructuras de hormigón, reforzar armazones, reemplazar elementos dañados, así como agregar conexiones entre columnas y vigas.
Beneficios de las reformas para el hogar
Una vez que se conocen las clases de reformas más populares, es sencillo intuir que estos proyectos implican mejorar nuestra casa, darle más «funcionalidad», o incluso aumentar su valor.
Sin embargo, la mayoría de las ocasiones nos enfocamos más en los accesorios y acabados, que en lo que no podemos ver. Y lo cierto es que también es muy importante prestar atención a otros beneficios de las reformas que muchas veces se nos pasan por alto.
Las reformas de viviendas pueden mejorar la seguridad, el rendimiento energético, así como el confort. Esto se debe al hecho de que los proyectos de mejoras para el hogar ofrecen una excelente oportunidad para actualizar o agregar aislamiento o incrementar la calidad general de la construcción.
De hecho, hasta los más pequeños ajustes pueden tener un gran impacto en el hogar, cuando estos influyen en las paredes, el techo o el suelo. A continuación algunos ejemplos.
Rendimiento térmico
El interior de tu hogar puede volverse más cómodo gracias a una reforma en la que se instale un aislamiento adecuado. Esto puede ayudar a reducir significativamente el consumo energético, incluso rondando un 90% en determinados casos.
Además, si en algún momento decides vender tu casa, esa inversión en la reforma de tu hogar se puede amortizar rápidamente, ya que contribuye a aumentar el valor de la vivienda.
Seguridad en el hogar
Los materiales de construcción de una vivienda pueden hacerla más segura o menos habitable. Por ello, cuando se lleva a cabo una reforma tienes la oportunidad de mirar lo que realmente hay tras los cimientos, tabiques, etc. y, si lo consideras necesario, incorporar elementos que mejoren la seguridad.
Esto puede ser, por ejemplo, material a prueba de incendios, como aislamiento de lana de roca, para mantener la vivienda más cálida y acogedora.
Aislamiento acústico
Otro beneficio de las reformas del hogar es el aislamiento acústico. Sabemos que, para muchas personas, es complicado concentrarse o descansar con el ruido de la música, la televisión, el tráfico, etc. Sin embargo, todas estas actividades forman parte de la vida cotidiana moderna.
Es sencillo aislar el ruido en una zona de la casa, así como del entorno exterior, a través de una reforma que incorpore el aislamiento acústico adecuado.