La piel es considerará como el órgano más grande y extenso que posee el cuerpo humano, llegando a medir hasta los 2 metros cuadrados, y presentando diversos tipos de densidad de la piel, que pueden ir desde los 0,5mm hasta los 4mm.
Estas densidades varían según su localización. Por ejemplo, puede presentar una densidad gruesa si nos ubicamos en los talones, mientras que si nos vamos a los párpados de los ojos su densidad será más fina.
Indice
Características de la piel
La piel posee tres capas.
La epidermis
Constituye la capa superior de nuestra piel. Posee un tejido epíteto, el cual ofrece protección con la función protectora de nuestra piel. Es la primera línea protectora, la cual evita que los hongos y bacterias penetren a nuestro organismo.
La dermis
Es la segunda capa de la piel, la cual consta de anexos cutáneos y también de vasos sanguíneos. Dentro de la dermis podemos hallar una grasa subcutánea que nos ayuda al aislamiento ante el frío.
La hipodermis
Cumple funciones protectoras, además de ser una capa muy rica en tejidos grasos. Su textura es suave, la cual la hace perfecta para adaptarse a la forma de nuestros órganos, ofreciéndoles protección.
La piel se destaca a nivel inmunitario
Ya que algunas células de nuestra piel, se vinculan directamente con el sistema inmunitario. Así si llega a entrar alguna bacteria o virus, de inmediato se creará una defensa exclusiva para luego ser eliminado.
La piel protege nuestro interior
De forma que tanto los huesos, como los órganos, eviten ser expuestos a los factores exteriores como las bacterias, los microbios, la sustancias químicas, entre otros.
Es un órgano con propiedades sensitivas
Ya que nos permite sentir cosas, también nos permite sentir los cambios exteriores como la temperatura y la presión que pueda existir.
Con respecto al peso que podría tener la piel
Se calcula que la piel puede pesar unos 5kg. Siendo así, es una protección bastante efectiva contra casi cualquier invasión de bacterias. También impide el paso de sustancias extrañas a nuestro cuerpo. La piel está constituida por tres tipos de capas, las cuales cumplen funciones diversas que complementan la funcionalidad óptima de este mecanismo de protección.