¿Cuántos de nosotros desearíamos haber sabido cómo leer rápido en la escuela primaria cuando el maestro ordenaba como tarea el informe de un libro durante el receso de vacaciones de invierno?
Aunque la lectura es fundamental en el proceso de aprendizaje, para muchos niños es una tarea realmente tediosa. Se sienten abrumados porque miran un libro de más de doscientas o trescientas páginas y lo ven como horas que podrían pasarse jugando afuera en la nieve o haciendo una actividad con su familia o amigos.
¿Cómo enseñar a los niños a leer más rápido?
Para los niños que tienen la capacidad de leer rápidamente, no ven la tarea del informe del libro como una carga.
La razón principal es que en lugar de pasar días leyendo el libro e investigando el material, por su habilidad, pasarán considerablemente menos tiempo con esas tareas que podrían ser menos horas de lo normal o en algunos casos, minutos.
Una de las mejores lecciones que cualquier padre puede darles a sus hijos o cualquier maestro a sus alumnos es la de enseñarles a leer rápido.
Una vez aprendido, el niño podrá leer rápidamente por el resto de su vida. Esto daría lugar a cambios significativos no solo en sus experiencias escolares, sino más adelante también en sus experiencias profesionales y universitarias.
Tanto los padres como los maestros pueden hacer cosas que animen al niño a aprender a tener una lectura rápida. El padre o el maestro pueden introducir ejercicios que ayudan al niño a leer más velozmente. Sin embargo, antes se debe recordar que un niño primero necesita ser un buen lector antes de poder implementar las técnicas necesarias para acelerar la lectura.
En cuanto a ejercicios para que el niño primero aprenda a gustar de la lectura se debe sugerir que el contenido del libro a leer sea apropiado y atractivo para el niño según sus preferencias e intereses. Por ejemplo, puede ser muy útil invitarlo a leer algo que le pueda entretener y a la vez motive, para continuar con la lectura como puede ser con un libro de adivinanzas con respuesta con muchos dibujos que agudicen su ingenio e imaginación.
Un buen barómetro de dónde se encuentra su hijo en la escala lo debería señalar su maestro en la escuela. Cada año, los maestros les hacen pruebas de lectura a los niños para determinar a qué nivel de grado están leyendo.
Para un niño que lee en un nivel de sexto grado mientras cursa el tercer grado, se le puede instruir con cierta facilidad la idea de la lectura rápida. Sin embargo, si un niño está en sexto grado y lee en un nivel de tercer grado, su lectura regular debe mejorarse significativamente antes de que pueda siquiera considerar la posibilidad de procurar ejercicios para una lectura rápida.
Los padres pueden ayudar en la capacidad básica de lectura de sus hijos haciendo que el niño les lea todas las noches. Los niños se acostumbran a que sus padres les lean cuentos antes de acostarse, pero si el niño se convierte en el narrador, sus habilidades de lectura pueden ser monitoreadas de manera mucho más eficiente.
Un niño puede convertirse en un lector veloz con un poco de ayuda de sus padres. Esto los ayudará a prosperar en su desempeño en la escuela; también les dará un impulso significativo en su confianza y seguridad. El material que están leyendo se absorberá más rápido y sus tareas se completarán sin tener que preocuparse de que se retrasen porque no pudieron leer el material de lectura.
Ayudar a su hijo a desarrollar sus habilidades de lectura rápida es un gran regalo que usted puede hacerle; es un regalo que de seguro durará toda la vida.