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Credo de los Apóstoles

El Credo de los Apóstoles también es llamado por el nombre de símbolo de los apóstoles, representa un símbolo de la fe y se define como un resumen de las creencias cristianas o una declaración dogmática de los contenidos que tiene la fe cristiana.

El credo es el antiguo símbolo bautismal de la iglesia de la Antigua Roma. El poder autoritativo del credo se origina en la declaración que dicta que la iglesia romana guardaba este símbolo debido a que fue la sede de Pedro quien se conoce como el primer apóstol, el cual se encargó de llevar la doctrina común.

A pesar de esto, no todas las personas adoptan el credo de los apóstoles. Algunas congregaciones han expresado su desacuerdo con el mismo y lo han ignorado pero para muchas iglesias cristianas el credo es sumamente importante. Algunas de éstas, como la Iglesia Católica, aceptan el credo como vinculante y oficial.

Otras religiones llamadas Luteranas, Prebisterianas y Reformadas entienden que el credo es una herramienta básica para reafirmación durante ocasiones especiales como la Cena del Señor, el bautismo y durante los cultos de adoración.

Algunas personas entienden que el credo no tiene elementos importantes que forman parte de la fe cristiana. Otros no se ven dispuestos a aceptar un documento que se destaque por declarar formar parte de la religión aparte de la palabra de Dios.

Congregaciones religiosas liberales como la Menonita, iglesias no denominacionales modernas y la Iglesia Bautista no están completamente de acuerdo con los credos como parte de su costumbre religiosa; sino que suelen afirmar que estos son un resumen de sus creencias.

Historia del Credo de los Apóstoles


La tradición enseña que los doce discípulos de Jesucristo crearon el Credo en los días en los que la iglesia se encontraba recién formada. Sin embargo, los eruditos tienen dudas acerca de la veracidad de este dato.

Actualmente, el credo de los apóstoles tuvo su origen probablemente en la Galia, en el siglo V, entrelazado a formas anteriores en las que se le llamaba “Jesús es el Señor” y la fórmula trinitaria compuesta por Padre, Hijo y Espíritu Santo, quienes se pueden encontrar en el Nuevo Testamento. Así como también en las reglas de fe, en la tradición confesional bautismal que se encuentra en Hipólito de Roma y en romano.

Prontamente se afirmó como válido que el Credo de los Apóstoles se originó en el trabajo comunitario. A pesar de esto, en el siglo XV, Lorenzo Valla dio una demostración de que esta tradición no era sostenible históricamente. Pero aún es posible encontrar en muchas iglesias las representaciones de los doce apóstoles, a los cuales se les asigna una parte del credo a cada uno. En el siglo XX, la importancia del credo de los Apóstoles aumentó significativamente como una consecuencia de la reforma litúrgica y del movimiento ecuménico.

Enseñanza del Credo


Gran parte del credo de los apóstoles está enfocado en la figura de Jesús. Una de las tantas funciones de Jesucristo es instaurar un gobierno con Dios Padre. Él posee una identidad única como Dios que entró a la historia humana encarnándose. Él es plenamente divino y plenamente humano. Jesucristo es Señor. Esta posición tiene mayor demanda de respeto que el que se le otorga a los gobernantes, jefes o líderes.

El Espíritu Santo aparece en dos ocasiones en el credo de los apóstoles. El Espíritu se encarga de habilitar a las personas para que vivan juntas en comunión y compartan las posesiones y la vida diaria a corazón abierto. El Credo de los Apóstoles finaliza con un amén. Esta palabra es sinónimo de afirmación. Cuando alguien dice amén, significa que está aceptando un enunciado afirmativo.


Referencias, créditos & citaciones APA
Revista educativa CursosOnlineWeb.com. Equipo de redacción profesional. (2019, 03). Credo de los Apóstoles. Escrito por: Raul E. Encarnación. Obtenido en fecha 03, 2024, desde el sitio web: https://cursosonlineweb.com/credo-de-los-apostoles.html

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