Tú que estás cerca de acabar tu etapa escolar y tienes ideas de inventos y creaciones propias pero piensas que puedes fracasar en el intento, recuerda que si crees profundamente en tus ideas y si tienes una visión de grandeza para ellas, un día, podrás convertir tus sueños en realidad.
En la naturaleza humana está intrínsecamente diseñada la condición para crear, de hecho, desde niños en las escuelas se apela a esa capacidad cuando se enseñan primero a los más pequeños experimentos fáciles y luego otros inventos más avanzados para chicos más grandes tales como hacer una brújula casera.
Recuerda a los grandes inventores de todos los tiempos como Chester Floyd Carlson al que le tomó 17 años hacer realidad su copiadora (Xerox) o los 10,000 experimentos de Thomas Alva Edison para inventar la bombilla.
Pero también ten en cuenta a los inventores adolescentes de nuestros tiempos como el filipino Rajesh Adhikari quien desarrolló una zapatilla que puede recargar la batería del celular mientras su usuario corre o camina, o el estadounidense Jack Andraka quien a sus 15 años de edad inventó un método de detección precoz del cáncer mediante un sensor de papel capaz de detectar en tan solo cinco minutos tres tipos de cáncer.
La poderosa lección de muchos grandes inventores y emprendedores de la historia humana es la de nunca rendirse, incluso si todo el mundo te dice que no lo lograrás, que ni lo Intentes.
Deberás recordar, entonces que las personas negativas y los pensamientos de estas, son solo barreras que servirán para transformar tus nuevas ideas y sueños en realidad.
Muchos inventores y empresarios famosos se rehusaron a rendirse independientemente de cuánta gente se riera de ellos y de cuantas veces fracasaron al intentarlo. Muchos de ellos asumieron una gran cantidad de riesgos en sus vidas personales y profesionales para vender sus ideas e inventos.
En sus esfuerzos interminables por plasmar en la realidad sus inventos en los que creían apasionadamente, estos innovadores se acercaron a cientos de compañías, pagaron a varios corredores para mostrar sus ideas a los fabricantes, explicaron sus nuevas ideas a decenas de consultores, asistieron a docenas de ferias comerciales y seminarios y realizaron cientos de llamadas telefónicas.
Pero, sabían que uno nunca puede estar seguro de cuánto tiempo tomará para tener éxito. Y entonces, estos emprendedores nunca se dieron por vencidos. Sonreían cuando amigos y parientes los ridiculizaban y se sobrepusieron aun con el corazón roto luego de que algunas compañías dijeron que no valía la pena considerar sus nuevas ideas.
Pero, después de la decepción inicial, se volvieron más decididos a demostrar que esas empresas estaban equivocadas, por lo que trabajaron aún más para vender sus nuevas ideas y transformar sus sueños en realidad. Todas las personas con sus energías negativas no pudieron destruir su espíritu de resistencia, perseverancia y capacidad de recuperación. Recordaron la famosa cita «La mayoría de la gente que tuvo éxito solo están un paso más allá de su mayor fracaso».
Estos creadores, siguieron intentándolo y no permitieron que los rechazos y los refuerzos negativos mataran sus nuevas ideas, esperanzas y sueños. Tomaron cada obstáculo como un desafío para superar. Se levantaron después de cada rechazo y siguieron trabajando aún más duro.
Estos inventores, creyeron profundamente que un día, las oportunidades correctas se presentarían y abrirían las puertas a sus esperanzas y sueños.
Sintieron sinceramente que la compañía, agencia, inversor o comercializador adecuado se daría cuenta de cómo sus nuevas ideas podrían convertirse en productos, servicios, entidades comerciales o programas de desarrollo nacionales exitosos.
Al final, su confianza, perseverancia y trabajo duro les ayudó a convertir sus sueños en realidad. Se dieron cuenta de que antes, se habían acercado a todas las personas o compañías equivocadas que no vieron la posibilidad en sus nuevas ideas.
Y luego, un día en un momento mágico, la persona o compañía adecuada tuvo la oportunidad de ver sus ideas y reconocer al instante la visión de la grandeza en sus nuevas ideas.
