La célula procariota de forma estructural, es la más simple y pequeña que existe.
Al igual que cualquier tipo de célula, ésta está definida por una membrana plasmática, la cual consta de pliegues que se interponen para comunicarse con el interior, haciéndose ver como invaginaciones o entradas que se conocen como laminillas y otras como mesosoma, respectivamente.
Por su parte, fuera de la membrana celular, la célula procariota se encuentra rodeada por una pared, encargada de brindar la máxima protección contra ciertos agentes que pueden destruirla si no fuera por la misma.
La región interna de este tipo de células está formada por el citoplasma, que es el lugar donde se encuentran todos sus elementos en una zona más densa, a diferencia de las células eucariotas que se encuentran más organizadas.
En la parte central, está una región conocida como nucleoide y es donde se ubica el material genético o ADN, sin separarse del resto del citoplasma.
En el citoplasma, se pueden encontrar ribosomas, estructuras encargadas de la fabricación o síntesis de proteínas, estas primeras pueden estar libres o conformando grupos que se denominan polirribosomas.
Una célula procariota tiene la particularidad que puede tener diferentes estructuras asociadas a la locomoción, dentro de los que se pueden nombrar los cilios, en forma de pelos o flagelos, un poco más largos.
Indice
Características y funciones de las células procariotas.
Nutrición.
Estas células procariotas se alimentan de las sustancias de su propio medio, transformándolas en diferentes formas, además de liberar energía y eliminar sus mismos productos de desecho a través del metabolismo.
Multiplicación y crecimiento.
Por su parte, estas células se caracterizan por su capacidad para dirigir lo que es su propia síntesis de manera auténtica.
Como parte de su vida, incluye no solo la nutrición, sino también el crecimiento y la división, dando lugar a dos células en las que se aprecian ser idénticas a la original.
Diferenciación.
Los cambios que puede sufrir una célula procariota se conocen como diferenciación celular y es en este proceso cuando se constituyen ciertas sustancias o estructuras que anteriormente no estaban formadas, así como también sucede que otras que si estaban, dejan de formarse, siendo esto parte del ciclo celular a la cual están sometidas naturalmente para su dispersión pero también para su supervivencia.
Señalización.
Esta clase de células se manifiestan por poder responder a estímulos tanto químicos como físicos, del medio externo, pero también de su interior.
De este modo, las células procariotas interactúan a través del proceso de síntesis donde pueden comunicarse con otras células a partir de sustancias químicas específicas.
Evolución.
A diferencia de las conformaciones inanimadas, tanto los organismos unicelulares como los pluricelulares tienden a evolucionar, dejando cambios hereditarios a partir de su división celular y que influyen en la adaptación propia de la célula ya sea de forma positiva o negativa.
Cada una de estas funciones y características suelen no ser constantes si el desarrollo de las células procariotas ha sido interferido por agentes de distinta índole, es decir exógenos o endógenos, ciertamente.