Un aneurisma es una dilatación localizada y permanente que se produce en las paredes de las arterias. Esta dilatación anormal se da por la debilidad de la pared de una zona del vaso sanguíneo.
Un factor de riesgo para un aneurisma incluye, enfermedades como: la diabetes, obesidad, hipertensión, consumo de tabaco, alcoholismo, altos niveles de colesterol, deficiencia de cobre y edad avanzada. Algunos tipos son el resultado de la debilidad congénita o hereditaria en las paredes de las arterias.
Los lugares comunes para los aneurismas incluyen:
- La arteria mayor que sale del corazón (la aorta).
- El cerebro (aneurisma cerebral).
- Detrás de la rodilla en la pierna (aneurisma de la arteria poplítea).
- El intestino (aneurisma de la arteria mesentérica).
- Una arteria en el bazo (aneurisma de la arteria esplénica).
Los aneurismas pueden aparecer en cualquier área de una arteria, pero generalmente se manifiestan en la aorta abdominal. Sin embargo, hay aneurismas que aparecen también fuera de ella; muchos son el efecto de una debilidad hereditaria o de la aterosclerosis; otros se deben a causas externas, como heridas producidas por arma blanca o por armas de fuego; así como también, por infecciones bacterianas en la pared arterial.
Indice
Tipos de aneurisma
Aneurisma de la aorta abdominal
Se presentan en el segmento de la aorta que recorre el abdomen. Suelen medir más de siete centímetros, por lo que tienen mayor posibilidad de romperse.
Aneurisma de la aorta torácica
Este tipo de aneurisma atraviesan el tórax. Los más frecuentes son los que se dilatan a partir del lugar de donde sale del corazón.
Aneurisma disecante o disección aórtica
En este caso el revestimiento interno de la aorta se rasga, pero el externo queda intacto y, cuando la sangre entra en este conducto, levanta la capa media existente, con lo que se crea un nuevo canal en la pared aórtica.
Aneurisma cerebral
Los síntomas de un aneurisma cerebral se producen cuando el aneurisma prensa una estructura en el cerebro. En el caso de un aneurisma cerebral, los síntomas de una aneurisma que se ha roto y que no se ha roto pueden diferir entre sí.
Aneurismas intracraneales
Son dilataciones anormales ubicadas en las arterias cerebrales. Se encuentran por lo general en las zonas de emergencia de las ramas arteriales principales y especialmente durante su recorrido por el espacio subacranoideo cisternal.
Los aneurismas intracraneales se encuentran en las autopsias con mucha frecuencia, pero hasta la fecha se les diagnostica principalmente cuando se rompen y producen la hemorragia subaracnoidea.
Aneurisma renal
Los aneurismas renales son ocasionados comúnmente por enfermedades metabólicas sistemáticas que afectan la estructura y el tono de los vasos sanguíneos.
Las causas más comunes son la displasia fibromuscular y la oclusión arteriosclerótica de la arteria renal. En general, no hay clínica patognomónica de los aneurismas renales, que producen síntomas inespecíficos como el dolor en los lados, hematuria, hipertensión e hopotensión (sospecha de rotura).
Aneurismas pediátricos
Los aneurismas pediátricos tienen diferentes características e incidencias frente a los aneurismas adultos. Los aneurismas intracraneales son raros en la infancia porque más del 95% de todos los aneurismas ocurren en los adultos.
La mayoría de los pacientes, en especial los bebés, se presentan con hemorragia subaracnoidea y con dolores de cabeza correspondientes o déficit neurológico. La tasa de mortalidad por los aneurismas pediátricos es menor que en los adultos.
Aneurisma micótico
Es un aneurisma resultado de un proceso infeccioso que involucra la pared arterial. Una persona con aneurisma micótico tiene una infección bacteriana en la pared de una arteria, formando un aneurisma.
Los lugares más comunes incluyen las arterias del abdomen, el muslo, el cuello y el brazo. Un aneurisma micótico puede dar lugar a sepsis o hemorragia potencialmente mortal, solo si el aneurisma se rompe.