Cada persona es un mundo; pero dentro de ese mundo también hay continentes con sus culturas. Se dice que nunca podremos conocernos por completo ya que estamos en constante aprendices y cambiamos nuestra forma de pensar.
Tu no piensas igual a como pensabas hace 5 años, pero ¿tu personalidad cambio?. Pues la personalidad es lo más difícil de cambiar, es algo arraigado a nuestra niñez y a nuestra forma de ver el mundo.
Nuestra mente tiene su lado primitivo y nuestro deber es aceptarlo y tal vez así mejorar nuestra conducta, vamos a hablar de la manera en la que nuestra personalidad se segmenta para formar nuestro ser.
Indice
La personalidad según el psicoanálisis.
Según el psicoanalista, Sigmoud Freud la personalidad humana surge del conflicto entre nuestros impulsos instintivos que tienden a la agresividad y a la búsqueda del placer, por un lado los límites sociales que se les imponen por otro.
La forma con la que el psicoanalista dio a mostrar su teoría de las personalidades fue a partir del conocido “el ello, el yo y el súper yo”; mostrando cada parte de nuestra psiquis en aquellos tiempos.
Un animal más.
El ello, es la parte más primitiva d nuestro psiquis y no es diferente a la de cualquier animal; nuestro deseo de preservación, agresividad y reproducción lo tenemos muy anclados a nosotros.
El deseo de satisfacer nuestros deseos lo tenemos desde pequeños, cuando un bebe llora por comida o un niño solo piensa en divertirse es porque busca el placer y no se detiene a pensar si está bien o está mal, solo es algo que deseas.
Solo un hombre de sociedad.
El yo, por otra parte es esa identidad que nos hacemos para encajar en la sociedad, dándonos la idea de hacer lo correcto a pesar que inconscientemente sean deseos básicos.
Un ejemplo básico es el deseo del amor, a pesar de todo el romance que se pinte y toda la poesía, al final no es más que el deseo inconsciente de reproducirse o el gusto a trabajar duro para al final ser solo una muestra de ser mejor que los demás.
También permite que el sujeto no caiga en la incomodidad de verse como un ser que no desea, por lo que muestra lo que el sujeto quiere que ver de sí mismo sin ser consciente de la verdad muchas veces.
El héroe que queremos ser.
Con el pasar de los años, el niño empieza a hacerse la idea de cómo quiere ser para satisfacer la necesidad del el yo para sentirse mejor consigo mismo, alimentando al el yo interior con esta moralidad forjada continuamente.
Todo esto se va formando a los 5 años de edad y va muy influenciado de la cultura y el tratado de los padres muy desde pequeños causando una necesidad de ser bien visto por la sociedad.
En fin, el conflicto mental de desempeña con el ello y el súper yo diciéndole al el yo lo que tiene que hacer poniéndolo en un desequilibrio constante que toca la cordura mental.
Algo biológico según Hans.
Ya para 1952, el Psicólogo alemán Hans Jürgen Eysenck, había empezado a publicar informes acerca de sus estudios en el campo, convirtiéndose así en una de las eminencias a lo que se refiere del estudio de la personalidad.
Mostrando que la personalidad cuenta con dos partes: la congruente que comprende la estructura biológica y el aprendizaje fuertemente aprendido desde nuestra infancia.
Asimismo consistente o modificable la cual trata principalmente de las cosas que aprende el sujeto más tardíamente y conscientemente en la mayoría de casos.