La diabetes es una enfermedad crónica en la que el cuerpo pierde la capacidad de producir insulina o utilizarla adecuadamente.
Se conoce como insulina, a la hormona fabricada en el páncreas que permite la síntesis de la glucosa o azúcar en el sistema.
Las personas que son diagnosticadas con cualquiera de los siguientes tipos de diabetes tiene que aprender a vivir con la enfermedad, y cuidar por completo su salud. De esta forma te sentirás con mucha mas energía para realizar tus actividades cotidianas, y evitarás el daño a distintos órganos de tu cuerpo…
Existe tres tipos de diabetes.
Esta ocurre como una reacción autoinmune del cuerpo, en la que las defensas atacan las células productoras de insulina, y por esta razón el cuerpo deja de producirla. Por lo tanto, la persona afectada debe suministrar de forma diaria unas inyecciones con insulina para controlar los niveles de glucosa en la sangre.
Entre los síntomas más comunes se encuentran el aumento de sed y por tanto el deseo recurrente de orinar, hambre insaciable, pérdida de peso, visión borrosa y cansancio extremo.
Se considera el tipo de diabetes más común. En este el organismo produce la insulina, pero no la necesaria para el correcto funcionamiento. Por lo cual se produce una acumulación de glucosa en la sangre.
En este tipo de diabetes los síntomas aparecen de forma gradual y no son tan evidentes. Pero cuando aparecen pueden generar cansancio, sed y ganas de orinar frecuentemente, pérdida de peso, visión borrosa y llagas.
Esta ocurre en las mujeres, específicamente durante el embarazo y tiende desaparecer cuando este proceso culmina. Esta suele presentarse en una etapa avanzada y ocurre cuando el organismo no puede producir ni utilizar suficiente insulina para el proceso de gestación.
Complicaciones de la diabetes.
Las personas que sufren de diabetes enfrentan mayores riesgos de desarrollar problemas que suelen ser graves para su salud. Entre los cuales se encuentran:
Estas pueden provocar en la persona discapacidad e incluso la muerte.
Cuando ocurre un deterioro de los vasos sanguíneos , de manera que el riñón no pueda cumplir su función eficientemente o que llegue a fallar.
Ocurre cuando los niveles de glucemia, junto a la hipertensión causan retinopatía. Que consiste en el bloqueo de la red de los vasos sanguíneos que alimentan la retina, causando un daño o incluso la ceguera.
Estas pueden generar dolor, hormigueo o la pérdida de sensibilidad en la persona.