La cultura Azteca –o también conocida como Mexicas– han sido conocidas como una de las civilizaciones precolombinas más ricas en cuanto a reforzar su propia identidad frente a las culturas extranjeras. Se establecieron en el actual territorio de México durante los siglos XIV y XVI.
La arquitectura azteca nace (a parte de cómo una estructura vital para la vida de aquella época) como una manera de manifestar poder, de adherir a fuertes creencias religiones y una opción para representar algunos rituales religiosos.
Las principales características que definen este tipo de arquitectura son:
- El orden.
- La simetría.
- La monumentalidad.
- Y la veneración divina.
Eran una comunidad bien organizada, similar a la de otras culturas mesoamericanas. Los diseños que usaban eran geométricos y extensos representaban los dogmas religiosos y el poder del Estado.
La Arquitectura azteca
Pirámides Aztecas
Uno de los modelos arquitectónicos azteca más frecuentes y conocidos son las pirámides. Entre ellas destacan las de planta circular que, desde antiguos, se atribuía a los santuarios de las deidades; de ello es prueba el santuario del dios Ehécalt, en su aspecto de remolino dios del viento.
Por su parte las pirámides de planta cuadrada o rectangular, más comunes en el territorio de Tenochtitlan, poseen un solo acceso en la parte frontal y limitada por dos alfardas lisas.
De este tipo destacan los de Tepoztlán y Malinalco, ambas esculpidas con sólo roca y terminadas con construcciones de mampostería, técnica que consiste en colocar manualmente los elementos que los componen.
El templo o santuario de Tepoztlán es de planta rectangular. Posee dos salas y se ubica sobre una plataforma piramidal con escalinatas limitadas por alfardas.
El santuario de Malinalco, es un conjunto irregular de construcciones manualmente esculpidas desde una misma roca –llamada también “roca madre”–, el cual fue integrado naturalmente a una montaña.
Arquitectura religiosa
La arquitectura religiosa que sigue esta cultura se desarrolla a partir de las pautas establecidas por la tradición mesoamericana, recordando que los aztecas son el pueblo procedente de Aztlán –lugar situado al norte de Mesoamérica–, por lo tanto su influencia es sumamente notable e importante en sus estructuras.
Entre ellas destaca la manera en decorar algunos templos, también conocida como la “más original”, los templos de los gemelos. La cual consiste en una doble estructura ubicada sobre los grandes templos como del Templo Mayor.
Otros más conocidos son los templos de Tenayuca, Tlatelolco y Tenochtitlán. Los cuales tratan de representaciones duales de divinidades existentes y potentes en la antigua Mesoamérica.
No es extraño observar que algunas de estructuras consisten en una colocación de dioses en parejas tal como es el caso de Huitzilopochtli–Tláloc pertenecientes al templo mayor de Tenochtitlán. Ubicadas sobre una plataforma piramidal para permitir una construcción alargada y una doble escalinata de acceso.
Es importante señalar que gracias a recientes excavaciones, entre las cuales destaca las del doctor Eduardo Moctezuma, se ha obtenido registro de múltiples periodos de reconstrucción sucesiva entre 15 y 1520.
Existe una construcción característica de la arquitectura azteca muy poco conocida, el Tzompantli el cual consistía en una estructura donde se agrupaban los cráneos de los sacrificados, su base consiste en una especie de plataforma decorar con calaveras. Del Tzompantli aún se mantiene un antiguo altar conservado y expuesto junto a uno encontrado en recientes excavaciones, ambos en el Museo Nacional de Antropología de México.