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Características del tiranosaurio rex

T-rex recreación

Hace 265 millones de años, seres de colosales dimensiones, como el tyrannosaurus rex habitaban la tierra. Os invitamos a que os subáis a esta máquina del tiempo, en la que viajaremos a un remoto pasado del que los hombres solo son testigos por medio de los huesos encontrados en las excavaciones.

Haremos un recorrido por su morfología, su hábitat, su alimentación, su método de reproducción y mucho más. Además, os contaremos algunas de las curiosidades y mitos que rodean a este gigantesco y temible depredador.

Conociendo al T-Rex

Hace 265 millones de años, en la tierra reinaban unos gigantescos seres. Sin embargo, en su origen tenían un tamaño diminuto, de apenas la longitud de un pequeño lagarto. Alcanzaron un calibre colosal a través de un proceso evolutivo que duraría 30 millones de años, lo que fue motivado, entre otras cosas, por las altas concentraciones de oxígeno en la atmósfera. Pero no solo los dinosaurios lograron alcanzar tales dimensiones, sino que también, los cocodrilos, las serpientes o los armadillos, poseían una envergadura temible. Tales circunstancias se vieron animadas al mismo tiempo por una estructura corporal compleja y adaptativa, con esqueletos fuertes y extraordinariamente flexibles, a la par que ligeros, lo que les permitió exprimir al máximo las circunstancias del entorno.

Asimismo, los sacos de aire de sus pulmones, extendiéndose radicularmente hasta los huesos, les proporcionaron un soporte interno, el mismo que parecía no poner freno a su crecimiento. Mucho se ha debatido sobre estas criaturas que, en primera instancia, nos apresuramos a decir que eran de sangre caliente o endotérmicas, algo a todas luces hoy impensable debido a la ingente cantidad de energía que los mamíferos requieren para completar el ciclo de la vida. Parece existir un consenso entre los paleontólogos, que anima a pensar que probablemente estuvieran en el extremo inferior del denominado rango de sangre caliente, descartado también que fueran animales de sangre fría, al menos en los términos actuales que conocemos.

Como ya hemos mencionado, no solamente puede explicarse su tamaño atendiendo a la anatomía, siendo preciso un cóctel bien equilibrado de oxígeno en la atmósfera, así como un entorno rico en vegetación y presas. Los registros fósiles de las plantas son, por motivos obvios, mucho más escasos, lo que invita a fantasear y especular, pero con los datos que tenemos, podemos imaginar un jurásico y cretácico con helechos gigantes, que formaban densas junglas. Por tanto, la estructura ecológica era propicia para que los dinosaurios medraran y se convirtieran en moles de hasta 70 toneladas de peso.

El T-Rex, considerado por muchos el mayor depredador que jamás ha pisado la tierra, se ha convertido en mito gracias a la saga de películas de Parque Jurásico. Habitó en el Mesozoico, que se divide a su vez en tres etapas: Triásico, Jurásico y Cretácico; en esta última fue en la que probablemente surgió la bestia.

Tras esta etapa, un gigantesco meteorito acabaría con los dinosaurios dando paso a la era Cenozoica, una escala geológica iniciada hace 65 millones de años y que enlaza directamente con la actualidad. Los registros fósiles hallados de esta especie se ubican principalmente en Norteamérica Occidental.

Morfología

  • Resulta complicado siquiera imaginar su imponente presencia. Podía llegar a medir trece metros desde la punta de la nariz hasta el final de la cola. Se estima que su altura llegaba a los cuatro metros, empleando como referencia la distancia que hay hasta las caderas. Esto se traducía en un peso no inferior a las siete u ocho toneladas. Algo así como un autobús estándar de 54 plazas.
  • Tendemos a imaginar al T Rex en posición vertical, erguido sobre sus patas traseras, aunque recientes modelos 3D han evidenciado su imposibilidad, pues el enorme peso de su cuerpo habría desencadenado severos problemas en su cadera y articulaciones. La postura real que adoptaba es entonces bípeda, inclinando tanto su cabeza, que esta se encontraba alineada con la cola.
  • La cabeza es otro de los aspectos más llamativos del T Rex. Era enorme, alargada y de un tamaño aproximado de un metro y medio, lo que se dice un prodigio de la naturaleza. Su hocico estrecho le permitía tener una visión periférica avanzada, imprescindible para captar a sus presas. Los dientes no eran menos deslumbrantes, ostentando el récord un diente encontrado de treinta centímetros.
  • Dadas las proporciones de su cabeza, el cuello era corto y musculoso, por otra parte imprescindible para poder soportarla. Siempre ha sido motivo de mofa por sus extremidades superiores, que eran muy cortas y configuradas por dos garras. La hipótesis que se maneja es que estas patas apenas tenían utilidad, revelándose como un vestigio evolutivo carente de funcionalidad.
  • A menudo, el cine y la literatura han retratado al T Rex como un animal veloz, siempre a la carrera, y capacitado para hacerse con cualquier presa. De nuevo, este mito ha acabado cayendo por su propio peso, y nunca mejor dicho. Se antoja imposible que un ser vivo de tales magnitudes, pudiera correr. Las estimaciones fijan su velocidad máxima en 29 km/h, un ritmo ligero, pero no de carrera.
Tiranosaurio esqueleto

Hábitat

  • El tiranosaurio vivía en los aledaños de zonas pantanosas, ríos y lagos, en los cuales merodeaban multitud de presas que formaban parte de su dieta, que era estrictamente carnívora. Los bosques subtropicales y húmedos eran su predilección; allí crecían desmesuradamente árboles y plantas que eran el sustento principal de sus víctimas, casi todos dinosaurios herbívoros.
  • Comprendía un área que cubría buena parte de América del Norte y Canadá, llegando hasta Coahuila, en México. Igualmente, no se descarta que estuviera adaptado a vivir en zonas menos ricas en recursos, ya que requería de bastas zonas para cazar, debido a un metabolismo acelerado y apetito insaciable. ¡Podía llegar a engullir 230 kilos de carne de un solo bocado!

Alimentación

  • Partiendo de la base de que la mandíbula del tyrannosaurus rex mediría en torno a un metro, podemos hacernos una idea del amplio abanico de animales que logró incorporar a su dieta, pese a que se baraja la posibilidad de que, en determinadas circunstancias, tal vez se comportara como un carroñero. La fuerza de mordida de cuatro toneladas sobrepasa y por mucho a la de animales como el tiburón, con 620 kilos.
  • El menú habitual estaba compuesto principalmente por especies de ceratópsidos y los hadrosáuridos, herbívoros lo suficientemente grandes como para saciar su apetito. Es preciso recordar que, dadas las limitaciones impuestas por sus enjutas extremidades, tenía que optar casi con total probabilidad a otras especies lentas, recorrer grandes distancias y jugar al acecho.

Reproducción

  • Los científicos han eludido históricamente la responsabilidad de estudiar la reproducción de los dinosaurios. Si acudimos a la bibliografía seria, apenas encontramos unos pocos retazos sobre este aspecto fundamental del ciclo vital. Posiblemente, de manera muy similar a como lo hacen los reptiles, los machos depositarían su esperma dentro de las hembras, y estas alumbrarían un huevo.
  • Se desconocen casi por completo los mecanismos de apareamiento, que se intuyen similares en todas las especies. Por fósiles podemos saber en la actualidad cuándo alcanzaban su madurez sexual, y en cierto modo, las tácticas que tejían para atraer a sus parejas. Cocodrilos y aves se suponen sus parientes más cercanos, lo que nos da una imagen de cómo se veían sus órganos reproductores.

Curiosidades y mitos

Las películas de ciencia ficción, como la mencionada Jurassic Park, han instalado en el inconsciente colectivo una serie de mitos que la ciencia ha venido a rebatir en los últimos años. La imaginativa ligada a los dinosaurios parece no tener fin, pero si queremos acércanos a ellos con cierto rigor, debemos desprendernos de algunas ideas infundadas. He aquí algunos ejemplos:

  • De los 50 ejemplares descubiertos, el que mejor estado de conservación guarda es Sue, un espécimen del que se conserva el 90% de sus huesos. Se exhibe en Chicago, en el museo de Historia Natural. Durante muchos años se creyó que era el carnívoro más grande sobre la faz de la tierra, pero ahora sabemos que debe conformarse con el puesto del más letal.
  • No existe forma de saber qué ruido hacían los dinosaurios, dado que no se han encontrado las cuerdas vocales o la lengua de ningún fósil. Algunos paleontólogos opinan que emitía un sonido similar al de un cocodrilo, aunque por una cuestión de proporciones, este sería más grave y audible. Asimismo, no se descarta que, al igual que las ballenas o el elefante, se comunicara con infrasonidos.
  • Recientes hallazgos procedentes de China, no descartan la posibilidad de que, al igual que sus parientes, los celurosaurios, mostrara un discreto plumaje sin ramificaciones, es decir, protoplumas, especialmente a lo largo de su lomo y cabeza. Al contrario de lo que se pensaba hasta hace unos años, se ha confirmado que no eran animales solitarios, formando grupos de unos pocos miembros.


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Referencias, créditos & citaciones APA
Revista educativa CursosOnlineWeb.com. Equipo de redacción profesional. (2022, 10). Características del tiranosaurio rex. Escrito por: Javier García. Obtenido en fecha 11, 2024, desde el sitio web: https://cursosonlineweb.com/caracteristicas-del-tiranosaurus-rex.html

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