El llamado trastorno de personalidad múltiple es el concepto o termino erróneo que se le da al conocido trastorno de identidad disociativo; éste se define como un trastorno caracterizado por la existencia de dos o más identidades en un solo individuo.
Cada identidad tiene su patrón propio de actuar y percibir el ambiente que le rodea. Está asociado al trastorno límite de la personalidad, a la ansiedad, al trastorno por estrés postraumático, a las autolesiones, al trastorno por abuso de sustancias y a la depresión.
A pesar de que el verdadero nombre del trastorno de personalidad múltiple es trastorno de identidad disociativo, éste no guarda relación alguna con la esquizofrenia. Debido a sus llamativas peculiaridades, el trastorno de personalidad múltiple ha sido tema central en la ficción como en películas, series de televisión y novelas escritas.
Indice
Características del Trastorno de Personalidad Múltiple
El individuo posee dos o más identidades. Tiene lagunas de memoria para información personal de carácter importante, acontecimientos del día a día y sucesos estresantes o traumáticos. También presenta otros síntomas como ansiedad y depresión.- Un suceso muy estresante sucedido en la infancia puede provocar impedimento de la integración de experiencias en una sola identidad.
- No se sabe con certeza la cantidad de personas que padecen trastorno disociativo de la identidad.
- La psicoterapia puede ser muy favorecedora para integrar a las identidades o conseguir la cooperación de las demás que coexisten.
- Haciendo una entrevista psiquiátrica meticulosa con cuestionarios integrados por preguntas específicas, en ocasiones acompañados de sedantes o a través de la hipnosis, el especialista en esta rama de la medicina puede conseguir información favorable para especificar el diagnóstico del mencionado trastorno.
Formas en las que se presenta
Este trastorno puede presentarse de dos maneras, las cuales son:
Forma de posesión
Las distintas identidades del individuo hacen acto de aparición como si fuesen agentes externos que controlan a la persona.
Este agente externo se describe como un espíritu sobrenatural o un ser, suele relacionarse con un dios o un demonio que exige un castigo por acciones cometidas en el pasado. También se presenta como una persona, casi siempre fallecida de una forma dramática.
En cualquier caso las personas actúan y hablan de manera muy distinta a la que normalmente suelen hacerlo, de esta forma las distintas identidades son muy claras para los demás.
En diferentes culturas, estados de posesión parecidos a este son normales en la religión, en la cultura o en la localidad y no se consideran como trastorno. Contrario a esto, en el trastorno de identidad disociativo la identidad alternativa no se desea. Esta produce deterioro y angustia, hace acto de aparición en lugares y momentos inapropiados para la cultura, religión o situación social del individuo.
Forma de no posesión
Esta suele ser menos evidente para las demás personas del entorno del afectado. El individuo puede tener una alteración repentina en su sentido propio, puede sentirse como observador de sí mismo, de sus acciones y emociones en vez de ser el agente.
Causas Trastorno de Personalidad Múltiple
El trastorno de identidad disociativo normalmente aparece en personas que durante su infancia sufrieron tensiones emocionales de gravedad o traumas severos.
Los individuos que padecen este trastorno son víctimas de maltrato grave, ya sea emocional, sexual o físico, también pudieron haber sido abandonados cuando fueron infantes.
Existen casos en el que no se ha sufrido abuso alguno pero sí se ha experimentado una pérdida importante de algún progenitor a una edad temprana, un evento abrumador muy estresante o una enfermedad de alta gravedad.
Conforme al desarrollo, el niño aprenderá a integrar complejos y distintos tipos de experiencias e información en una identidad única y personal, compleja y cohesionada.
El abuso físico o sexual que se produce durante estos primeros años de vida, mientras la identidad personal se encuentra desarrollándose puede ocasionar efectos duraderos o temporales en la capacidad que tiene el individuo para realizar la construcción de una única identidad, mayormente cuando los que causan el abuso son los cuidadores o los progenitores del infante. Cada experiencia o fase traumática puede ser utilizada para generar una identidad distinta en la persona.
