Una vez me dijeron de niño que la piel era el órgano más grande del cuerpo y no me lo creía, la piel no me parecía un órgano, ahora con más conocimiento de lo importante que es, se toma más cuidado especial a la piel .
Siendo la primera línea de defensa contra bacterias e infecciones, regulando nuestra temperatura corporal y dándonos una parte de la percepción que tenemos del mundo a partir de sus millones de terminaciones nerviosas, es realmente relevante.
Tomando en cuenta todos estos datos analicemos un poco sus partes para entender la importancia de cada parte de la estructura de la piel que lo compone.
Indice
Una defensa contra ataques externos: La Epidermis.
Esta es la que nos protege del entorno hostil que se tiene que enfrentar el ser humano diariamente, cosas que no nos parecen graves pero que pueden afectar el cuerpo si tenemos la protección adecuada.
Además que esta tiene una pequeña película recubierta de los desechos que deja la misma piel, cuanta con tres tipos de células para cumplir su tarea e proteger el cuerpo humano.
Los queratinocitos son células que tienen dentro de sí queratina y lípidos y se encuentran en las uñas y en el pelo. Los melanocitos, por su parte, son los que dan color a la piel. Y por último, las Langerhans que están implicadas en el sistema inmunológico.
Esta capa que está en lo más profundo, y que no está en contacto con el exterior, fabrica continuamente células nuevas: es el famoso proceso de renovación celular que se realiza constantemente para mantener la vida de la piel.
El soporte de la epidermis: La Dermis.
Siendo el apoyo de la epidermis por medio de una profunda unión entre ellos, esta alimenta a las células cutáneas, elimina los deshechos y regula la circulación sanguínea siendo así una capa de resistencia y de alimentación.
Además es cuatro veces más gruesa que la epidermis y es más resistente por la elastina y el colágeno que contiene. Otra cuestión es que en ella están un gran número de diversos elementos de la piel.
Entre ellos están las glándulas sudoríparas que desintoxican el cuerpo, las glándulas sebáceas que producen sebo y los vasos sanguíneos que nutren los tejidos y los pelos.
Para que la piel se mantenga viva los nutrientes tienen que circular en el organismo a través de la sangre, salir de los vasos sanguíneos para luego pasar por la capa dermo-epidérmica para llegar así a las células de la epidermis.
Resistencia contra impactos: La Hipodermis o Subcutis.
Siendo como un cojín de grasas para impedir impactos, la hipodermis ayuda a mantener la temperatura en el organismo y sirve para apoyar estructuras como las raíces de los pelos. Esta capa profunda interactúa tanto con piel como huesos y órganos.
Siendo la última cada de la piel y estando unida a la dermis, se forma principalmente de adipocitos, los cuales son células especializadas en el almacenamiento de grasa, estas constituyen hasta una cuarta parte de la masa corporal.
Si algún día llegaras a pasar hambre, tu cuerpo usaría la grasa del tejido adiposo para subsistir, mientras que si te alimentas de mas solo crecerán estas células
Nuestros propios caparazones: Las Uñas.
Las uñas son una parte del cuerpo hechas principalmente de células muertas endurecidas que contienen a su vez una proteína rica en azufre llamada queratina. El mayor aporte de queratina viene de los huesos.
Estas pueden llegar a crecer a la velocidad de 1 cm cada 100 días. Siendo así que las uñas de las manos tardaran de 6 a 8 meses en crecer totalmente. El color rosado que poseen se debe al lecho vascular subyacente.
Una buena piel.
Seas hombre o mujer, cuida la piel que tienes con aloe vera o algún producto que la hidrate debidamente la piel, también usar protector solar para evitar quemaduras en la luz del sol, recuerda que es el órgano más grande y necesita cuidado.
