Al hablar sobre ciclo del agua o ciclo hidrológico, nos referimos al proceso circular que realiza este elemento atravesando sus diversos estados de la materia (sólido, líquido y gaseoso).
A continuación, en el presente artículo, te explicamos por qué el ciclo del agua es tan importante. Pero, desde ya, te adelantamos que resulta tan vital, que sin este no podría existir la vida tal y como la conocemos.
Indice
Importancia de la fase de evaporación
Si bien no se puede considerar que existe una primera fase del ciclo del agua, por tratarse este de un proceso circular, consideramos oportuno tomar como punto de partida la fase de evaporación.
En las evaporaciones, el agua líquida pasa a un estado gaseoso. Parte del agua situada en lugares diversos como mares, ríos, océanos y otros, forman parte de este proceso.
Esta fase contribuye a mantener el calor producto de la radiación solar en un nivel estable, encuadrado dentro de unos valores que permiten la vida en la tierra.
El agua evaporada asciende a la atmósfera y, mientras lo hace, produce un efecto de disminución de la temperatura en el ambiente, por no hablar de que también sirve para distribuir el agua a otras áreas geográficas.
Importancia de la condensación
A un nivel macro, el proceso de condensación tiene lugar sobre todo en la atmósfera. Una vez que el agua en estado gaseoso alcanza una altura específica, el vapor de agua comienza a condensarse, formando nubes. Estas nubes reflejan parte de la luz del sol y, de la misma manera, limitan el tiempo de incidencia de los rayos solares sobre la superficie de la tierra.
Así pues, mediante la formación de nubes para una subsecuente precipitación, el fenómeno de condensación posee principalmente dos efectos beneficiosos:
- Produce un efecto de disminución de la temperatura del ambiente de forma general.
- Gracias a que las nubes se desplazan con los vientos, estas masas de agua suelen viajar a otras áreas, produciendo un efecto de distribución.
Importancia de la precipitación
La tercera parte del ciclo del agua, o precipitación, se da después de la condensación, cuando ya las microgotas que se encuentran en las nubes alcanzan el tamaño suficiente para caer en forma de gotas o copos de nieve, dependiendo de la temperatura de la zona en la que se encuentran.
Gracias al fenómeno de la precipitación, las diversas áreas geográficas pobladas por todo tipo de seres vivos, como las plantas, animales y microorganismos, reciben el agua que requieren para la subsistencia. Lagos, ríos, mares y otros cuerpos de agua se nutren de la lluvia.
Importancia de la infiltración
El agua precipitada puede tomar más de un camino, y la infiltración es uno de ellos. El agua penetra en la superficie y, gracias a esto, se limita la pérdida de agua y nutrientes del suelo, reteniendo agua en forma de humedad que sirve para nutrir las raíces de la vegetación.
De la misma manera, esta agua suele retornar a los ríos y océanos a través de drenajes subterráneos que conectan con estos cuerpos de agua, o por medio de la transpiración de las plantas. Sin embargo, en ocasiones, esta infiltración crea pozos subterráneos que otorgan la oportunidad a esta zona de contar con agua durante las épocas de sequía, constituyendo una fuente de agua excelente para los humanos.
Importancia de escorrentía
Veamos el otro camino que puede tomar el agua procedente de las precipitaciones. Se denomina escorrentía al agua de lluvia que circula sobre la superficie, sin penetrar en ella.
Esta porción del agua transita libremente por el suelo terrestre, lo que deriva en la formación de corrientes de agua cuyo destino final suele ser alcanzar el mar.
La escorrentía es muy importante para la vida al constituir una fuente proveedora de la misma, ya sea desde acumulaciones de agua, como lagos y océanos, o desde corriente de agua, como ríos y arroyos.
Y es en esta última etapa cuando comienza la transpiración o evaporación, cerrándose así el círculo del tan importante ciclo del agua.